El desarrollo del partido no fue nada bueno. Independiente salió a buscar la victoria en los primeros minutos, pero con el correr del partido se fue apagando cada vez más y terminó conformándose con la paridad. El primer tiempo tuvo a un Union inteligente, supiendo salir de contra y aprovechando los reiterados errores defensivos que comete el conjunto de Cristian Díaz. Las más claras del local, estuvieron en pies del Pato Rodríguez, Lucas Villafáñez y Fabián Monserrat, quienes se conectaban para armar algunos ataques rojos. Por su parte, el equipo de Kudelka, realizaba sus ofensivas de la mano de su 10, Rosales.
El segundo tiempo no fue muy diferente al primero, sino que además del flojo nivel de juego, el rojo sufrió aún más los ataques del visitante, de la mano de su delantero, Jerónimo Barrales. Comenzó a aparecer Gabbarini, con buenas atajas, aunque algunos errores infantiles, y la tarea de Julián Velázquez, quien debía ser un pilar tanto en defensa, como en ataque, sí, en ataque. Hernán Fredes tomó el control de la pelota y fue el único capaz de hacerla circular, debido al mal partido disputado por su compañero, Cristian Pellerano. El Pato Rodríguez no logró afianzarse en el encuentro, y se fue reemplazado (con algunos abucheos) por Facundo Parra. El final del cotejo fue a tono con los últimos partidos del rojo, con el abuso de la pegada del malevo, se llenó de malos centros, el área de Unión.
Independiente no puede regalar más puntos en lo que resta del campeonato, porque a pesar de no sufrir en la zona roja de esta temporada, en la próxima arranca en descenso directo. Para evitar al fantasma, se necesita trabajar y mucho. El rojo tendrá 15 días de trabajo, hasta su próximo partido frente a Newells. Esperemos que los muchachos entiendan en la situación en la que estamos y comiencen a dar vuelta la historia, porque esta, es la que te dice quién sos.
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