Ganó Independiente
¿Alguna frase más linda que ésa? A lo mejor, “volvió a ganar Independiente”. El Rojo sumó nuevamente de a tres en un partido que dejó muchas cosas positivas, reivindicándose frente a un rival que lo dejó afuera de la Copa Argentina días atrás.
Se vio un equipo que, aun con las enormes y numerosas limitaciones que sufre, se consolidó bien atrás, con un Julián Velázquez implacable, con un mediocampo generando circuitos colectivos tan efímeros como efectivos, y con un Tecla Farías que mandó a guardar la primera y única chance que tuvo, respetando, como frente a Boca, su enorme jerarquía goleadora.
Claro está que este equipo está a años luz de jugar al fútbol que siempre nos caracterizó, es una malaria que viene de varios años ya. Pero mientras tanto, estas últimas dos fechas enmendaron este déficit con resultados favorables, y de esta manera pudiendo adquirir una confianza clave para el futuro. Ayer, a diferencia del inolvidable 5-4 en la Bombonera, se notó una clara supremacía en el juego, dominando siempre a un pobre Belgrano. Al Ruso Rodríguez se lo vio más seguro en las pocas intervenciones que tuvo. La defensa tuvo un gran partido, el mejor del torneo quizás, con un Avispa Velázquez que demuestra fecha a fecha que posee un nivel de Selección, con un Galeano sobrio y eficiente, y con un Tuzzio que nos sigue sorprendiendo la garra y calidad inoxidables que destila. Fue por eso, y por la desastrosa actuación del colombiano Marco Pérez, que por primera vez en el año el Rojo mantuvo el arco en cero.
En el mediocampo hubo un grosero error en el primer tiempo por parte de Christian Díaz, poniendo a Monserrat de 5/8, casi en la misma posición que Busse, y otros dos 5 de los cuales uno era Godoy. En el segundo tiempo lo remedió sacando al jujeño y poniendo al juvenil Vidal, quien le dio luz al equipo, con destellos y movimientos de jugador de primera, a diferencia de Monserrat o el Patito. Fue el autor, además, de una gran jugada por izquierda y centro que terminó en el 2-0 final. Gran mérito del técnico, ahí, y en la confianza que le otorgó al Malevo Ferreyra para seguir metiendo los excelsos centros que supo poner en San Lorenzo y River, para encontrar la cabeza del goleador. ¿Qué decir de Farías? El mejor de la cancha. Corriendo, aguantando pelotas, pivoteando, jugando de espaldas, y sobre todo, concretando su única chance. Merecida su ovación.
Volvió a ganar Independiente, de local en un LDA repleto, y finalmente salió del fondo de la tabla. Habrá que seguir trabajando en la semana porque la situación sigue siendo crítica de cara a la temporada entrante. El fin de semana que viene, frente a Colón, en Santa Fe. A seguir en racha. ¡VAMOS ROJO!

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